domingo, 23 de mayo de 2010

EXPOSICION 10 - PERSONAS SIN HOGAR


La situación de las personas sin hogar, es hoy en día una de las caras mas graves que podemos encontrar dentro de la exclusión social. Cada vez es mayor el número de personas y de grupos en general que se encuentran en situaciones de extrema pobreza y de marginación social, siendo España uno de los países con mayor porcentaje de personas sin hogar.

Sobre esta temática nos hablamos el pasado Lunes 17 de Mayo el grupo formado por Esperanza, Marta, Mónica, María Alba y Carmen, en clase de Intervención ante los problemas de Desadaptación social, siendo una exposición muy informativa y muy dinámica en todo momento, ya que se utilizaron videos e instrumentos musicales para amenizar la clase.

A mediados del pasado siglo, el concepto de exclusión resultaba determinante para señalar a sectores sociales que eran ubicados dentro de una clasificación en función de los aspectos económicos. Ello supuso la presencia de categorías que se justificaban en función de la existencia de sectores sociales diversos. El mas representativo era el constituido por los que ‘’ Vivian en la calle ‘’ que eran los pobres y excluidos por su situación económica. Sin embargo, hoy el concepto de los que están en la calle se amplia y va unido a los problemas de nuestra sociedad: paro, drogadicción, ludopatía, enfermedades mentales, situaciones familiares o personales de ruptura, situaciones de conflictos puntuales, falta de recursos, etc.; en definitiva se trata de los marginados, aquellos sectores que viven por debajo del umbral de lo que podemos considerar admisible así como digno, y que cuentan con problemas que obstaculizan una participación plena en la vida de la comunidad.

Manuel Gastell sociólogo y catedrático de la universidad Berkeley de California, define la exclusión social como: ‘’ proceso por el cual a ciertos individuos y grupos se les impide sistemáticamente el acceso a posiciones que les permitirían una subsistencia autónoma dentro de los niveles sociales determinados por las instituciones y valores en un contexto dado. ...tal posición suele asociarse con la posibilidad de acceder a un trabajo remunerado relativamente regular al menos para un miembro de una unidad familiar estable." (Castells, 1997: 98).

Otro concepto sobre exclusión social publicado por FEANTSA (federación Europea de Asociaciones Nacionales que Trabajan con Personas Sin Hogar) en mayo del 2006 fue: “todas aquellas que no pueden acceder y/o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, ya sea por razones económicas u otras barreras sociales, o bien porque presentan dificultades personales para llevar una vida autónoma”

Desde mi punto de vista entiendo la exclusión social como: ‘ una forma de estar en la sociedad, donde los individuos llegan por muy diversas razones o causas de todo tipo, entendiendo que, a veces inciden en ellos todo un conjunto de posibles factores o circunstancias difíciles de identificar’’.

Hoy en día, cuando hablamos de personas sin hogar o ‘’sinhogarismo’’, entendemos como: “aquellas personas que no pueden acceder o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, ya sea por razones económicas u otras barreras sociales, o bien porque presentan dificultades personales para llevar una vida autónoma”. (FEANTSA: federación Europea de Organizaciones Nacionales que trabajan con Personas Sin Hogar.) El “sinhogarismo”, por tanto, tiene que ver con la falta de cobertura de la necesidad de alojamiento de manera estable y adecuada a las características personales y sociodemográficas.

El colectivo de ‘’ los sin techo o sinhogarismo’’, es un colectivo que supone una categoría heterogénea, que ha experimentado cambios importantes en nuestro siglo, al incorporarse tanto hombres como mujeres que han sufrido violencia directa y estructural, jóvenes con grandes dificultades de integración y de empleo, ancianos con escasos recursos y prestaciones, los considerados excluidos tradicionales: minorías étnicas y grupos interiorizados socialmente; ciertos sectores de trabajadores que debido a su falta de especialización, se convierten en indispensables, así como algunos colectivos de campesinos temporeros que viven en situación precaria y sometidos a unos vaivenes económicos lejos de su posibilidades: aquellos que provienen de determinadas situaciones de conflictos, como los ex – presidiarios/as, hombres y mujeres separados que quedan afectados en lo económico y sin recursos. Etc.

Según estudios realizados por FEANTSA, 2004. La población sin hogar se está haciendo cada vez más heterogénea. Junto al varón solitario de mediana edad, se ha detectado en los diferentes servicios que atienden a la gente sin techo, una creciente presencia de:

- Jóvenes, con edades comprendidas entre 16 y 24 años (que según el tipo de servicio o entre el 20 y el 23%);

- Inmigrantes/extranjeros, (13-24%);

- Trabajadores temporeros (14-17%);

- Mujeres (8-13%);

- Grupos familiares (2-5%)

- Menores de 16 años (1-2%).

La exclusión social y en concreto las personas sin hogar, se encuentran en una situación cada vez más delicada, ya que en muchas ocasiones los recursos que se generan para este colectivo son insuficientes. Desde aquí me gustaría felicitar la función que realiza la Ong Solidarios por el Desarrollo, y Caritas Diocesana que trabajan durante varios días a la semana en atender las necesidades vitales de estas personas que como bien explicaba un ppts que realice el año pasado para la asignatura de Pedagogía Social ‘’ No son de piedra’’.

Creo que otro factor importante a destacar, el cual el grupo de exposición paso por alto, es el porcentaje elevado de mujeres sinhogar que ha aumentado de forma considerable durante estos últimos años. Según la investigación que realice durante el primer cuatrimestre sobre este colectivo, el número de mujeres sin hogar había aumentado en un 20% en comparación con el de los hombres, aunque hay que destacar que las cifras de varones sinhogar siguen siendo muy elevadas en comparación con el colectivo de mujeres sinhogar.

Las causas de este fenómeno responde a situaciones reales de nuestra sociedad: cada vez mas, las mujeres se encuentran al frente de la familias monoparentales (nueve de cada diez hogares de esta característica), las dificultades de las mujer para acceder a un puesto de trabajo son mayores que en el caso de los hombres, los malos tratos… en definitiva, situaciones de desventaja a las que tratan de responder los distinto planes de igualdad de oportunidades. ‘’ Caritas Diocesana, 2005 ‘’

Sobre la figura del Educador Social, me gustaría hacer un pequeño hincapié. Creo que la sociedad y las diferentes instituciones en cargadas de trabajar con este colectivo están promoviendo cambios muy importantes a la hora de gestionar recursos e intervenciones con personas que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Las diferentes Ong’s como son Solidarios por el Desarrollo o Caritas Diocesana trabajan de forma altruista con estas personas, lo cual la función de intervención la puede realizar cualquiera persona que tenga interés de ayudar a estas personas. ¿¿ Pero el perfil del Educador Social?? Durante el primer cuatrimestre intente contactar con un Educador Social que realizaba programas de rehabilitación social a personas sinhogar dentro del albergue municipal, pero en ningún momento pude contactar con este Educador.

Espero que las puertas de los Educadores Sociales estén próximamente abiertas para poder realizar intervenciones que ayuden a mejorar la calidad de vida de estas personas

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